Texto leído en el Centro Estatal de las Artes de Baja California con motivo de la presentación del libro referido...
SOBRE LAS RUINAS CIRCULARES O UNA CONMEMORACIÓN DEL DESEO por Basilio Martínez
Algunos dirán que la falaz belleza creada por la penumbra no es la belleza auténtica(…) creamos belleza haciendo nacer sombras en lugares que en sí mismos son insignificantes(…) lo bello no es una sustancia en sí sino tan solo un dibujo de sombras, un juego de claroscuros producido por la yuxtaposición de diferentes sustancias(…) la belleza pierde su existencia si se le suprimen los efectos de la sombra. Tanizaki. El elogio de la sombra.
La fuerza sustantiva en el verso, la referencia directa a nuestras emociones e indirecta a poemas mayores, la expresividad como resultado de un proceso de volver; más no de retorno geométrico sobre el plano, sino de volver sobre sí la mirada: descarnada voz, alteridad sistemática, novo aliento superpuesto a la trágica determinación que la precede y la produce.
El deseo postergado de Mario Bojórquez (Los Mochis, Sin., 1968), es un libro que refleja formas y momentos complejos de la existencia. Es una representación poética de un tema - el deseo/la postergación – de forma, existencial, circular.
Círculos-emociones concéntricos que se superponen. Si el deseo – o mejor dicho – cuando el deseo, se satisface, en ese acto se agota, pero al invocarlo, aún no satisfecho es otro, distinto del que se rememora. El deseo sólo tiene lugar una vez, como describiera Derrida en su Schibboleth. Para Paul Celan: (…) esta vez es pues a la vez at the same time, al mismo tiempo la primera y la última vez.
Casida de la Postergación(1999)
Nos acerca a los ojos el fruto apetecido/la codiciosa boca se hace agua/y nuestro corazón Tántalo ardiente,/estira fallo el cuello/y la sed lo consume.
Querella(2007)
Dices que el amor es una fruta artera/una pulpa de sangre en boca codiciosa/que es mentira que alegra corazones de sapo/en lluvias prisioneras
Circular porque ello representa alianza, aniversario y retorno. Cada deseo es único, aún si retornare. Es primero y; en sí mismo, último. Y si con posterioridad es referido, al retornar al punto de origen en esa invocación, en esa referencia ya es otro. El deseo postergado en la Gacela en el Diván, la postergación en la Casida en el Diván, es otra, distinta de la que hoy nos ocupa. Su retorno en la memoria, en el canto, sugiere confusión, pero distinto es el deseo memorado, del otro, del deseo memorante.
La construcción del libro es sistemática, por etapas, como se instaura un proceso ¿acaso como se configura el deseo/la postergación? De esa misma forma la sustancia y los versos se combinan para impactar de tajo la espinilla del tronco, para estremecerlo hasta la raíz:
Canto (2007)
Me pongo a recordar muelles del aire (11) donde atracó la sombra de otro tiempo(11)/Me pongo a recordar y digo(9)/siete palabras sin brillo(8) de cosecha para tu cruel memoria(11)…
Autos (2007)
Te detienes para observar en círculo tu condición primera(19)/eres tu y tu perfume en la soleada soledad de tus andrajos(19)/y más allá de ti la sombra alargada de la tarde en tu cuerpo(19)…
Así también se regresa a una motivación, más que a un tema recurrente en la poesía de Bojórquez: La Sombra. Y con ella a la alteridad, a la otredad, a una cabalgata constante y sonora con jinetes de otro sitio de otros versos, los referidos en sus epígrafes: Francisco Cervantes, Eduardo Lizalde, Abigael Bohórquez, Edgar Amador y Antoni Marí. Y los que resuenan en su canto y contracanto: Paul Celan, Kavafis y aquellos otros que sin saberlo están allí.
Adenda(2007)
Como si aquel que fui/se desdoblara y no/no fuera yo sino otro/el que surcó estos aires/con su proa de vidrio/el que surcó y zarpó/para enfrentar sin ojos/-ojos desdibujados-/una tenue memoria.
Si como Jose Angel Valente sostuvo la palabra es testimonio, es el único acompañante a aquello que se vive, a la experiencia estética, las palabras son también el Virgilio que nos muestra caminos ajenos, resonancias de otros que han bajado a ese sitio donde se construye la existencia, sitio del que siempre emerge el poeta, pero sólo con los vestigios de lo vivido, con las palabras que le quedan de aquel viaje, con el deseo – intuyo – de describir lo que con palabras no se alcanza. Momentos privilegiados en los que sobre la escritura desciende en verdad la palabra y se hace cuerpo, materia de la encarnación.
Sólo me resta agregar que la transfiguración de la palabra, la memoria, la expresividad como resultado de un proceso de volver; más no de retorno geométrico sobre el plano, sino de volver de más allá de lo material, de ese centro que deja una leve estela de palabras y que otros llaman sombra, es el sitio donde la flor nace. Cómo lo describiera el poeta palestino:
Sombría será la noche… escasas las rosas./(…)/una herida nos caerá encima,(…)/sombra para que disminuya la sombra…/pero yo seguiré el curso del canto aunque escaseen las rosas. Mahmud Darwish. Menos Rosas.
Mexicali, B.C. a 16 de mayo de 2008.
El deseo postergado, Premio Alhambra de Poesía Americana 2012 y Premio Nacional de Poesía Aguascalientes, 2007

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