lunes, 3 de diciembre de 2012

el tritón elige su caracol sonoro/ y la sirena blanca va a ver el sol…sus manos toman para sus bocas rojas/ las frescas bayas altas que el sátiro codicia…

…rostro que habitas mis sueños de anfibio
¿podría alguien tener más fe que la mía?
Basilio Martínez: Invocación Segunda en Náufrago de Tierra (2002).
 
Licofronte, Claudiano y el gramático bizantino Juan Tzetzes han mencionado alguna vez los ictiocentauros; otra referencia a ellos no hay en los textos clásicos. Podemos traducir ictiocentatauros por centauro-peces; la palabra se aplicó a seres que los mitólogos han llamado también centauro-tritones. Su representación abunda en la escultura romana y helenística. De la cintura arriba son hombres, de la cintura abajo son peces, y tienen patas delanteras de caballo o de león. Su lugar está en el cortejo de las divinidades marinas, junto a los hipocampos.
Jorge Luis Borges: Manual de zoología fantástica. Entrada: Ictiocentauros.

Neptuno en su carro de oro -joven, vestido como militar romano y con el brazo izquierdo extendido para arrojar el tridente hecho por Vulcano-, arrastrado por parejas de híbridos zoomórficos, en este caso, hipocampos de dos patas dorados y blancos. Detrás le acompaña Eolo, desnudo y haciendo sonar su caracola.
Manuel Moleiro Editor.

Todas las cosas las timonea el rayo...




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